VATICANO,
Además de aprobar los decretos para la canonización de los beatos Juan Pablo II y Juan XXIII, el Papa Francisco también promulgó el acta de martirio de 42 sacerdotes y religiosas españoles que murieron por odio a la fe, y el acta que reconoce el milagro atribuido a la intercesión del Siervo de Dios Álvaro del Portillo, primer sucesor de San Josemaría Escrivá.
Los 42 mártires se dividen en cuatro grupos y se unirán a la causa de los 480 mártires a ser beatificados el 13 de octubre en Tarragona (España).
Las actas de martirio aceptadas por Francisco son las del siervo de Dios José Guardiet y Pujol, sacerdote diocesano, nacido en Manlleu (España), y que murió el 3 de agosto de 1936 por odio a la fe. El Siervo de Dios Mauricio Íñiguez de Heredia y 23 compañeros mártires de la Orden de San Juan de Dios que fueron asesinados entre 1936 y 1937.
El Siervo de Dios Fortunato Velasco Tobar y 13 compañeros mártires de la Congregación de la Misión, que murieron entre 1934 y 1936; y la Sierva de Dios María Asunta y dos compañeras mártires, religiosas de la Congregación de las Hermanas Franciscanas de la Madre del Divino Pastor, que fueron asesinadas en 1936.
El próximo 13 de octubre serán beatificados, por tanto, 522 mártires españoles que murieron por odio a la fe, provenientes de 33 causas de martirio distintas y de toda España.
Álvaro del Portillo