VATICANO,
El Papa Francisco comenzó sus actividades públicas esta mañana inaugurando la estatua de San Miguel Arcángel, protector de la Iglesia Universal y patrono del Estado de la Ciudad del Vaticano, en la plaza de la Gobernación. Lo hizo acompañado del Obispo Emérito de Roma, Benedicto XVI.
El Papa, además de inaugurar este nuevo monumento, procedió a la consagración del Estado de la Ciudad del Vaticano a San José y a San Miguel Arcángel.
Poco antes del inicio de esta ceremonia llegó Benedicto XVI, invitado por el pontífice, que fue saludado con gran afecto por los presentes. Inmediatamente llegó el papa Francisco quien abrazó con afecto a Benedicto XVI; ambos permanecieron juntos durante toda la ceremonia.
En primer lugar, el cardenal Giuseppe Bertello, presidente de la Gobernación, saludó brevemente. Luego el Cardenal Presidente Emérito, Giovanni Lajolo, ilustró el significado del nuevo monumento y de la fuente dedicada a San José, que fue inaugurada anteriormente. A continuación el Papa pronunció una alocución y rezó dos oraciones de consagración, y para terminar impartió la bendición apostólica a toda la asamblea.
La escultura del Arcángel San Miguel, que está colocada en un área de los jardines vaticanos cerca del Palacio de la Gobernación, es una obra monumental comisionada por el presidente emérito de este dicasterio, el cardenal Giovanni Lajolo, para celebrar al Arcángel Miguel, defensor principal de la fe y custodio universal de la Iglesia.
Su autor es el artista Giuseppe Antonio Lomuscio, ganador del concurso internacional convocado por la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano, según el juicio autorizado de una Comisión de expertos presidida por el director de los Museos Vaticanos, el profesor Antonio Paolucci.