REDACCION CENTRAL,
El Padre Horacio Bojorge (SJ), experto en el tema de la teología marxista de la liberación y crítico del pensamiento del también jesuita Juan Luis Segundo, señaló que el periodista italiano Gianni Valente, que escribe en la web Vatican Insider, es "ingenuo" al sugerir que el debate sobre la Teología de la Liberación ha concluido.
El 21 de junio Valente publicó en Vatican Insider el artículo "Roma y la Teología de la liberación: fin de la guerra" en el que afirma que el actual Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el Arzobispo Gerhard Muller, habría dado un "certificado de validez" a la teología de la liberación en el año 2004.
Valente sustentó su argumento citando al Arzobispo Muller: "el movimiento eclesial teológico de América Latina, conocido como 'teología de la liberación', que después del Vaticano II encontró eco en todo el mundo, debe ser considerado, según mi parecer, entre las corrientes más significativas de la teología católica del siglo XX".
Pero Valente no cita una frase dicha la semana pasada por el actual Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe; sino que cita un texto que Mons. Muller escribió nueve años atrás; y que según el periodista italiano, "hoy irrumpe casi como un acto para clausurar las guerras teológicas del pasado y los residuos bélicos que de tanto en tanto brillan para esparcir alarmas que representan ya intereses ya pretextos".
Valente declara el fin de todo debate teológico sobre la controvertida teología de fuertes rasgos marxistas a partir de la próxima publicación en italiano de "De la parte de los pobres, Teología de la liberación, Teología de la Iglesia". La obra, publicada en Alemania poco menos de una década atrás, recoge ensayos de Mons. Muller y de Gustavo Gutiérrez, tuvo escasa divulgación en su original en alemán y no se conoce en ningún otro idioma.
En base a la breve cita de hace nueve años, Valente en su artículo elabora prolongadas especulaciones: "Hoy es mucho más fácil reconocer que ciertas vehementes movilizaciones de algunos sectores eclesiales en contra de la teología de la liberación estaban motivadas por ciertas preferencias de orientación política más que por el deseo de custodiar y afirmar la fe de los apóstoles".