VATICANO,
El Papa Francisco dedicó su catequesis de hoy a reflexionar sobre la Iglesia como el Espíritu Santo y cuestionó a todos: "¿somos piedras vivas o, por el contrario, somos, por así decirlo, piedras cansadas, aburridas, indiferentes?"
Así lo dijo el Santo Padre ante miles de fieles presentes en la Plaza de San Pedro esta mañana ante quienes preguntó: "¿cómo vivimos nuestro ser Iglesia? ¿Somos piedras vivas o, por el contrario, somos, por así decir, piedras cansadas, aburridas, indiferentes? ¿Han visto qué cosa más fea es un cristiano cansado, aburrido o indiferente? El cristiano tiene que estar vivo y alegre de ser cristiano; deber vivir esta belleza de formar parte del Pueblo de Dios que es la Iglesia".
El Papa Francisco cuestionó luego "¿nos abrimos a la acción del Espíritu Santo para ser parte activa de nuestra comunidad o nos cerramos en nosotros mismos diciendo: "tengo tantas cosas que hacer, y no es mi obligación?"
Retomando la reflexión sobre la Iglesia como el templo, el Papa dijo que esta palabra "nos hace pensar en un edificio, en una construcción; a muchos en el gran templo de Salomón en Jerusalén que era el lugar de encuentro con Dios en la oración y que custodiaba el Arca de la Alianza en cuyo interior estaban las Tablas de la Ley, el maná del desierto y la vara de Arón".
"Una llamada al hecho de que Dios había estado siempre dentro de la historia de su pueblo, había acompañado su camino y guiado sus pasos...También nosotros cuando vamos al templo debemos recordar... nuestra historia... cómo Jesús me ha encontrado, cómo ha caminado conmigo, como me ama y me bendice".
"La imagen del antiguo templo, por la fuerza del Espíritu Santo, se realiza ahora en la Iglesia como "casa de Dios", lugar de su presencia", ha explicado el Pontífice, subrayando que si el templo de Salomón estaba construido por las manos del hombre para dar una morada a Dios y ser un signo visible de su presencia entre el pueblo, con la Encarnación "es Dios mismo el que construye "su casa" para venir a habitar entre nosotros".