BRASILIA,
La Presidenta de Brasil, Dilma Roussef, recibió a la presidencia de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), y garantizó a los prelados la seguridad para la realización de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Río 2013, que se llevará a cabo del 23 al 28 de julio con la participación del Papa Francisco.
El 21 de junio la mandataria recibió al Cardenal Raymundo Damasceno Assis, Arzobispo de Aparecida y Presidente de la CNBB; Mons. José Belisário da Silva, Arzobispo de San Luis y Vicepresidente de la CNBB; y a Mons. Leonardo Ulrich Steiner, Obispo Auxiliar de Brasilia y Secretario general de la CNBB.
Según informa el sitio web de la CNBB, el encuentro duró cerca de 45 minutos y en la oportunidad se discutió la visita del Santo Padre a Brasil y la próxima JMJ.
El Cardenal Damasceno entregó a la mandataria una nota del Episcopado brasileño en torno a las manifestaciones que se han registrado en el país.
Las protestas en Brasil expresan el desacuerdo de un importante sector de la población que no está de acuerdo con el aumento de la tarifa del transporte público, que reclama para que la corrupción de la administración del gobierno se detenga y es un reclamo ante los elevados gastos que se realizan en vistas al Campeonato Mundial de Fútbol del 2014. Los manifestantes también piden mayor inversión en la salud y la educación.
De acuerdo a Agência Brasil, citada por el portal del Episcopado brasileño, la Presidenta Roussef garantizó la seguridad para la JMJ y señaló que "es misión del Estado, del municipio, del propio gobierno estatal, dar garantías a todos los ciudadanos que vienen a Brasil".