VATICANO,
El Papa Francisco acudió a la Estación de Ferrocarril del Vaticano el pasado domingo por la mañana para recibir a más de 300 niños sin familia, quienes le llevaron dibujos y una gran sonrisa.
El encuentro formó parte de la iniciativa "El Tren de los niños, un viaje a través de la belleza", organizada por el Pontificio Consejo de la Cultura.
"¡Gracias. Qué hermoso! Os deseo un feliz día, que me parece será un poco caluroso… ¿No tenéis miedo del calor?", preguntó el Papa. "¡No, por verte a ti no tenemos miedo!". Éste es el diálogo que el Papa Francisco –radiante de alegría-, entabló con los cientos de niños, quienes lo rodearon con confianza para saludarlo, como si se tratase de un párroco más.
Los menores –en su mayoría de entre 6 y 10 años-, procedían de distintas casas de acogida del norte de Italia, y llegaron desde Milán en un tren de alta velocidad acompañados por Patricia Martínez, del Pontificio Consejo para la Cultura, y el representante de los Ferrocarriles del Estado Italiano, Mauro Moretti. En la estación junto al Papa, también esperaba el Cardenal Gianfranco Ravasi.
La iniciativa forma parte del Atrio de los Gentiles, una estructura querida por el Obispo Emérito de Roma, Benedicto XVI, para abrir el diálogo entre creyentes y no creyentes.
La iniciativa "está dirigida a los niños, en especial aquellos más pobres. Y los más pobres entre los pobres son los niños que no tienen familia, ya sea porque las familias están destruidas, o porque sus padres están en la cárcel, o porque son huérfanos, etcétera, así que hemos querido llevar a estos pobres de entre los pobres al Papa Francisco", explicó a ACI Prensa el director ejecutivo del "Patio de los Gentiles", Padre Jean-Marie Laurent Mazas.
"La parte más bella del viaje ha sido ver la sonrisa de estos niños. Porque son niños con familias destruidas, con una sonrisa que nunca se había visto. Así que esta ha resultado ser una iniciativa realmente bonita", añadió.
El Papa estuvo con los pequeños huéspedes por al menos media hora, les agradeció por su visita y quiso saber acerca de sus actividades en el Vaticano, que incluyeron un recorrido por el Aula Pablo VI y la Plaza de San Pedro. Al final del día, los jóvenes regresaron a Milán.
Sor María Irene, Hermana Misionera de la Caridad de Don Orione, llegó acompañada por 17 niños, "nuestro carisma es llevar a todos al Papa y a la Iglesia, y por tanto ha sido para nosotros una alegría poder decir al Papa con nuestra propia presencia el que estamos aquí, te queremos, y caminamos contigo porque queremos ser el sol que calienta la Tierra, algo de que necesitamos realmente hoy día", explicó a ACI Prensa.
Los niños ya estaban preparados desde hace algunos días para el encuentro, habían hecho una visita a la catedral de Milán, Florencia y Bolonia, y prepararon para el Papa unos dibujos de su experiencia. "Estaban realmente alegres", refirió emocionada la religiosa.
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