ROMA,
El domingo 23 de junio el sacerdote católico sirio François Murad fue asesinado en el convento de la Custodia de Tierra Santa, en Gassanieh, en el norte de Siria, donde se había refugiado.
El hecho, indica la agencia vaticana Fides, ha sido confirmado por una declaración de la Custodia de Tierra Santa. Las circunstancias de la muerte no son del todo claras. Según fuentes locales, el monasterio donde se encontraba el P. Murad fue atacado por militantes vinculados al grupo musulmán yihadista Jahbat al-Nusra.
El sacerdote de 49 años de edad mantenía estrechos lazos con los frailes franciscanos de la Custodia de Tierra Santa. Después de ser ordenado sacerdote en el pueblo de Ghassanieh había comenzado la construcción de un monasterio cenobítico dedicada a San Simón Estilita
Después del inicio del grave conflicto en Siria, el monasterio de San Simón había sido bombardeado y el Padre Murad se había trasladado al convento de la Custodia por razones de seguridad y para apoyar a los pocos que quedaban, junto con otro sacerdote y las religiosas del Rosario.
"Recemos -escribe en la nota de prensa el Custodio de Tierra Santa, Padre Pierbattista Pizzaballa- para que esta guerra absurda y vergonzosa termine pronto y el pueblo de Siria pueda volver a la normalidad".
El Arzobispo Jacques Behnan Hindo, titular de Archieparquía sirio-católica de Hassaké-Nisibis, dijo a la agencia Fides que "toda la historia de los cristianos en Oriente Medio está marcada y fecundada por la sangre de los mártires de muchas persecuciones".