LOURDES,
El Santuario de la Virgen de Lourdes (Francia), está seriamente afectado por las inundaciones y pocos lugares quedan accesibles, tras las violentas tormentas que azotaron 10 departamentos franceses. La Gruta de Massabielle, en donde está la imagen de la Madre de Dios, tiene 1,40 metros de agua y el semisótano de la basílica de San Pío X se transformó en un lago. El agua, las piedras, las maderas apiladas y el barro impiden el paso.
Los dispositivos de seguridad del Santuario tienen organizada una unidad especial para anticiparse a la crecida del agua, pero los daños fueron inevitables y se prevén considerables, cuatro veces mayores que los de la inundación del octubre pasado, según el rector del santuario, el Padre Horacio Brito.
Todos los peregrinos fueron evacuados de la parte inferior del lugar, totalmente inaccesible, mientras que en la parte superior (incluyendo la Basílica de la Inmaculada Concepción, la Cripta, la Capilla Mater Dolorosa y Crux Gloriosa), los capellanes de Lourdes organizaron y presidieron las misas en la basílica de la Inmaculada Concepción, en la cripta y en sus capillas.
"Ya tenemos una cierta experiencia de los acontecimientos del mes de octubre de 2012. La diferencia es que ahora hay más peregrinos. Nuestra preocupación principal es mantener la acogida en el lugar en las mejores condiciones", destacó el Padre Brito.
"Tenemos la intención de limpiar una vez empiece a bajar. Es probable que el Santuario necesite la solidaridad de todos vosotros", añadió.
El portavoz de la Conferencia Episcopal Francesa, Monseñor Bernard Potdvin, expresó la solidaridad de la Iglesia con las personas afectadas por las inundaciones y con todos aquellos para los que Lourdes representa una verdadera fuente de vida fraterna y espiritual.