BUENOS AIRES,
Adrián Michela y su esposa Silvina Salgado, padres de la pequeña Avril, de 4 años, han tenido que recurrir a la justicia para que un agente policial cuide a su hija las 24 horas del día, ante la amenaza de que los médicos del Hospital Militar de Buenos Aires puedan desconectarle el respirador en cualquier momento.
En declaraciones al diario argentino La Capital, Adrián denunció que personal del Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI) le realizó análisis a la pequeña sin consentimiento de los padres, luego de lo cual "una médica me dijo que mi hija no tenía actividad cerebral y que le podía desconectar el respirador sin autorización nuestra".
Avril lleva ya once meses en estado de coma con asistencia respiratoria, y desde casi dos se encuentra internada en el Hospital Militar de Buenos Aires, mientras sus padres hacen las gestiones necesarias para trasladarla al Hospital General de Pediatría Garrahan.
La dramática historia de este matrimonio, natural de Rosario, a 298 kilómetros al norte de Buenos Aires, comenzó el 10 de julio de 2012, cuando Avril le dijo a su madre que le dolía la cabeza. Silvina se disponía a llevarla al hospital cuando la pequeña vomitó y perdió el conocimiento.
Adrián y Silvina recorrieron diversos centros médicos en Rosario hasta que, donde "nunca nos dieron un diagnóstico. Cuando nos avisaron que no había más nada por hacer, la trajimos a Buenos Aires, por nuestra cuenta y tras consultar por internet a un centro de rehabilitación (Ciarec)".
En Ciarec "nos atendieron muy bien pero tuvo neumonía y debimos trasladarla al Hospital Sagrado Corazón", de donde luego pasó al Hospital Militar.