VATICANO,
El Papa Francisco inició hoy una serie de reflexiones sobre la Iglesia, a la luz del Concilio Vaticano II, y explicó esta mañana en medio de la lluvia, que la Iglesia es la familia de Dios.
A continuación el texto completo de su catequesis
Queridos hermanos y hermanas, ¡Buenos días!
El miércoles pasado señalé el profundo vínculo entre el Espíritu Santo y la Iglesia. Hoy quisiera empezar una serie de catequesis sobre el misterio de la Iglesia, un misterio que todos vivimos y del que formamos parte. Me gustaría hacerlo con expresiones presentes en los textos del Concilio Ecuménico Vaticano II.
Hoy empiezo por la primera: la Iglesia como familia de Dios.
En estos meses, más de una vez he hecho referencia a la parábola del Hijo Pródigo, o mejor dicho del Padre Misericordioso (cf. Lc 15,11-32). El hijo más joven sale de la casa de su padre, dilapida todo y decide volver porque se da cuenta de que cometió un error, pero ya no se considera digno de ser hijo y piensa poder ser recibido de nuevo como un siervo. El padre, en cambio, corre a su encuentro, lo abraza, le devuelve su dignidad de hijo y lo celebra. Esta parábola, como otras en el Evangelio, muestra bien el designio de Dios para la humanidad.