VATICANO,
El Papa Francisco dedicó su catequesis de hoy a meditar sobre la relación entre el Espíritu Santo y la Iglesia, y alentó a no cerrarse nunca a su acción que alienta la Nueva Evangelización, a través del fervor apostólico, la paz y la alegría en el corazón de cada uno.
Ante miles de fieles presentes en la Plaza de San Pedro, el Papa explicó que "sin la presencia y la acción incesante del Espíritu Santo, la Iglesia no podría vivir y no podría cumplir con la tarea que Jesús resucitado le ha confiado de ir y hacer discípulos a todas las naciones".
"Evangelizar es la misión de la Iglesia, no sólo de algunos, sino la mía, la tuya, nuestra misión. El apóstol Pablo exclamaba: '¡Ay de mí si no predicara el Evangelio!'. Cada uno de nosotros debe ser evangelizador ¡sobre todo con la vida! Pablo VI subrayaba que '... evangelizar es la gracia y la vocación propia de la Iglesia, su identidad más profunda. Ella existe para evangelizar'".
El Papa resaltó que "para evangelizar, pues, es necesario una vez más abrirse a la acción del Espíritu de Dios, sin temor a lo que nos pida y a dónde nos guíe. ¡Confiémonos a Él! Él nos permitirá vivir y dar testimonio de nuestra fe, e iluminará el corazón de aquellos que nos encontremos", a ejemplo de los apóstoles en Pentecostés.
"El Espíritu Santo al descender sobre los apóstoles, los hace salir de donde estaban encerrados por miedo, los hace salir de sí mismos, y los convierte en heraldos y testigos de las 'grandes maravillas de Dios'. Y esta transformación obrada por el Espíritu Santo se refleja en la multitud que acudió al lugar y que provenía "de todas las naciones que hay bajo el cielo", porque todo el mundo escucha las palabras de los apóstoles, como si estuvieran pronunciadas en su propia lengua".
El Papa exhortó a cuestionarse: " ¿cómo me dejo guiar por el Espíritu Santo, para que mi testimonio de fe sea de unidad y de comunión? ¿Llevo la palabra de reconciliación y de amor, que es el Evangelio, en los lugares donde yo vivo? A veces parece que se repita hoy lo que sucedió en Babel: divisiones, incapacidad para entenderse entre sí, rivalidad, envidia, egoísmo".