VATICANO,
Al celebrar el sábado por la noche la Vigilia de Pentecostés en la Plaza de San Pedro ante cientos de miles de peregrinos, el Papa Francisco respondió a algunas preguntas de los fieles y relató cómo halló la certeza de que Dios los llamaba a la vida sacerdotal.
En la Vigilia participaron representantes de diversos movimientos y asociaciones eclesiales, quienes establecieron un diálogo directo con el Papa. Entre ellos, una joven preguntó a Francisco "¿Cómo alcanzó en su vida la certidumbre de la fe?".
Francisco explicó que un día "muy importante" en su vida fue el 21 de septiembre de 1953, era el día del estudiante en Argentina, que coincide con el día de la primavera, que se celebra con una gran fiesta.
"Antes de ir a la fiesta pasé por la parroquia a la que asistía, y encontré a un sacerdote al que no conocía y sentí la necesidad de confesarme, y esta fue para mí una experiencia de encuentro, he encontrado alguien que me esperaba".
"No sé qué pasó, no me acuerdo, no sé por qué ese sacerdote estaba allí o porque he sentido esta necesidad de confesarme, pero la verdad es que alguien me esperaba, me estaba esperando desde hacía tiempo y después de la confesión sentí que algo había cambiado. Yo no era el mismo, había sentido una voz, una llamada. Me convencí que debía convertirme en sacerdote, y esta experiencia en la fe es importante".
"Nosotros decimos que debemos buscar a Dios, ir a Él a pedirle perdón, pero cuando vamos, Él ya nos espera, está ahí antes", añadió.