VATICANO,
En la habitual homilía de la Misa que celebra en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco dijo hoy que el gozo es un don del cristiano que lo llena desde dentro y que no debe estancarse sino que debe avanzar; para poder así predicar y anunciar a Jesús a los demás.
A la Misa, concelebrada por el Arzobispo de Mérida (Venezuela), Mons. Baltazar Porras, y por el abad primado de los benedictinos Notker Wolf, tomó parte el primer grupo de empleados de la Radio Vaticana acompañados de su director general, Padre Federico Lombardi.
En su homilía, el Paparemarcó la actitud gozosa de los discípulos, en el tiempo entre la Ascensión y Pentecostés: "el cristiano es un hombre y una mujer de gozo. Esto nos lo enseña Jesús, nos lo enseña la Iglesia, especialmente en este tiempo. ¿Qué cosa es este gozo? ¿Es la alegría? No: no es lo mismo. La alegría es buena, ¿eh?, alegrarse es bueno. Pero el gozo es algo más, es otra cosa. Es una cosa que no viene por motivos coyunturales, por motivos momentáneos: es una cosa más profunda. Es un don".
"La alegría, si queremos vivirla en todo momento, al final se transforma en ligereza, superficialidad, y también nos conduce a aquel estado de falta de sabiduría cristiana, nos hace un poco tontos, ingenuos, ¿no?, todo es alegría … no. El gozo es otra cosa. El gozo es un don del Señor. Nos llena desde dentro. Es como una unción del Espíritu. Y este gozo se encuentra en la seguridad que Jesús está con nosotros y con el Padre".
El hombre gozoso, prosiguió, es un hombre seguro. Seguro que "Jesús está con nosotros, que Jesús está con el Padre". Pero este gozo, se preguntó el Papa, "¿podemos embotellarlo un poco, para tenerlo siempre con nosotros?":
"No, porque si queremos tener este gozo solo para nosotros al final se enferma y nuestro corazón se encoge un poco, y nuestra cara no transmite aquel gran gozo sino aquella nostalgia, aquella melancolía que no es sana".