VATICANO,
Al celebrar esta mañana la Misa en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco exhortó a pedirle al Espíritu Santo que nos asista para ser una Iglesia, una comunidad de amor, y que la defienda de la tentación de convertirse en "puritanos".
En la Misa que concelebró con el Cardenal Albert Malcolm Ranjith Patabendige, el Santo Padre señaló que la Iglesia "es una comunidad del 'sí' y de varios 'no' que son consecuencia de este 'sí'. Pidamos al Señor que el Espíritu Santo nos asista siempre para ser comunidad de amor, de amor a Jesús que nos ha amado tanto. Comunidad del 'sí' que nos hace cumplir los mandamientos. Comunidad de puertas abiertas".
Francisco hizo votos además para que el Espíritu Santo "nos defienda de la tentación de convertirnos en puritanos, en el sentido etimológico de la palabra, de buscar una pureza para-evangélica, una comunidad del 'no'. Porque Jesús nos pide antes que nada el amor, el amor por Él, permanecer siempre en su amor".
Así lo indicó el Papa Francisco reflexionando sobre los primeros cristianos que no se ponían de acuerdo en cuanto a la acogida de los paganos en la Iglesia.
"Era una Iglesia del 'no: no se puede, no, no; no se debe' y una Iglesia del 'sí, pero…'. Si pensamos en algo positivo, abrámonos, es el Espíritu quien nos abre la puerta", dijo el Papa y explicó que es el mismo Espíritu Santo quien "hace siempre ese bello trabajo en la historia. Y cuando no lo dejamos trabajar, comienzan las divisiones en la Iglesia, las sectas, todas estas cosas… porque nos hemos cerrado a la verdad del Espíritu".
"Cuando el servicio del Señor se convierte en un yugo muy pesado, las puertas de las comunidades cristianos se cierran: ninguno quiere venir al Señor. Nosotros en vez de eso creemos que por la gracia del Señor Jesús somos salvados. Primero está la alegría del carisma de anunciar la gracia, luego ya vemos qué cosa hacemos".