ROMA,
El emblemático jugador católico defensa de la selección argentina y capitán del Inter de Milán (Italia), Javier "Pupi" Zanetti, tuvo una audiencia ayer con el Papa Francisco, en la que le regaló su camiseta del equipo italiano y conversaron sobre los proyectos de ayuda en los que participa el deportista.
Al culminar la reunión, que duró alrededor de una hora, Zanetti aseguró que "fue un encuentro emocionante, porque cuando fue elegido el primer deseo que tuve fue ir a su encuentro".
"Hoy pude hacerlo y fue un privilegio", aseguró, en declaraciones recogidas en el sitio web oficial del Inter de Milán.
Zanetti aseguró que el Papa es "una persona sencilla, con un gran corazón, que empleará toda la energía necesaria para ayudar a los fieles".
El deportista argentino, que aún a sus 39 años sigue jugando en la primera división de fútbol italiano, nació en Buenos Aires al igual que el Papa Francisco.
Durante su audiencia, el Papa Francisco y Zanetti conversaron sobre el trabajo realizado por el Inter Campus, organización benéfica del Inter de Milán, y de P.U.P.I, la fundación del futbolista que promueve el derecho de los niños en situación vulnerable a la nutrición, la salud, la educación, el juego y a la familia.