ROMA,
El padre de un niño con discapacidad, cuya icónica foto junto al Papa Francisco ha capturado la atención del mundo, afirmó que el Pontífice, en ese instante, sostuvo en sus brazos a "todos los pobres".
En declaraciones a ACI Prensa, el Dr. Paul Gondreau afirmó que "el Papa estaba abrazando a todos los pobres en ese momento, y fue una profunda bendición".
Esa bendición, señaló, "no fue sólo para mí y mi esposa, sino para todos los padres de niños con necesidades especiales o a todos aquellos cercanos a las personas con necesidades especiales".
"¿Quién pensaría que un pequeño niño, con limitaciones físicas tan severas conmovería tan profundamente al mundo?", preguntó.
La prensa de todo el mundo ha puesto su atención en Dominic, el hijo de 8 años de Gondreau, luego de que fuera fotografiado recibiendo un abrazo y un beso del Papa Francisco, luego de la Misa de Domingo de Pascua en la Basílica de San Pedro, el 31 de marzo.
Pero la ocasión "casi no sucede", dijo Gondreau, que enseña teología en el campus de Roma del Providence College.
Ese día, junto a su esposa y sus cinco hijos, Paul Gondreau llegó faltando sólo una hora y quince minutos para la ceremonia.
A pesar de que llegaron muy tarde para conseguir buenos lugares, un guardia suizo pudo llevar a Dominic y su madre, Christina, a una sección especial para aquellas personas con discapacidades.
Cuando llegaron, el niño capturó la atención de un acomodador, llamado Augustino, quien "se metió en la cabeza" que Dominic conociera al Santo Padre cuando este diera un recorrido por la plaza en el papamóvil.
Cuando el Papa Francisco se estaba acercando, Augustino le dijo a Christina que saque a Dominic de su silla para que reciba la bendición.
Así lo hizo ella, pero el Papa, que es "muy claramente alentado por la multitud", estaba mirando en otra dirección y pasó de largo.
"El acomodador estaba apenado", dijo Gondreay, "pero mi esposa, que estaba muy cerca al Papa, igual pensó que fue fantástico".
Cuando el Santo Padre comenzó una segunda ronda de saludos a las más de 250 mil personas congregadas en la Plaza de San Pedro, Augustino pidió la ayuda de otros acomodadores, lo que capturó la atención del conductor del papamóvil, y le dijeron que se detenga.
"Ellos lo alzaron hasta el Papa y todos saben lo que pasó después de eso", dijo.
Paul Gondreau se percató del hecho cuando su hijo mayor, Lucas, vio en una de las pantallas instaladas en la Plaza de San Pedro, que el Papa tenía en sus brazos a su hermano.
"Inmediatamente me conmoví hasta las lágrimas junto a mi hijo Lucas", dijo, y aseguró que "siempre atesoraré el recuerdo de escuchar a mi hijo decir 'es Dominic'".
Cuando miró a la pantalla, Gondreau vio que el Papa Francisco "sostenía a Dominic y le dio un beso y un abrazo, y lo acunó por un momento".
El hecho de que este momento haya capturado la atención del mundo es "profundo", dijo.
Para Gondreau, "es un signo de contradicción, porque el mundo que repudia a Cristo es conmovido por un niño que tiene poco sentido sin Cristo".
Debido a que aquellos con necesidades especiales "comparten más íntimamente la cruz de Cristo" que cualquier otra persona, ellos también "dan un testimonio más profundo del amor de Cristo y son instrumentos muy poderosos de la misericordia de Cristo", indicó.
"Así es como obra Dios… él escoge al débil y al vulnerable, para conmover y avergonzar al fuerte y al sabio, y lo ha estado haciendo así desde el inicio de la historia de la salvación", señaló.
Gondreau explicó que Dominic nació con tres meses y medio de prematuridad, pero en buena salud. Sin embargo, poco después de nacer, sufrió una infección y su cuerpo tuvo que dedicar todos sus recursos a luchar contra la enfermedad.
"Eso es lo que le causó la parálisis cerebral", dijo.
A sus ocho años, dijo Gondreau, el niño es "cognitivamente completamente normal", pero tiene severas limitaciones físicas.
En una cultura que "reduce la dignidad humana a la productividad" y en un mundo donde "el aborto está tan extendido", Gondreau dijo que la vida de su hijo parece contradictoria.
Sin embargo, cuando ven a través de los ojos de Cristo, es claro que el propósito de su hijo es amar y enseñar a otros cómo amar.
El don de Dominic fue perfectamente ilustrado, señaló, cuando una mujer en la multitud llamó a la madre del niño después de su abrazo con el Papa diciendo "sabes que tu hijo está aquí para mostrarles a otros cómo amar".
"Fue como una confirmación enviada del cielo para ella, de lo que ella había sospechado", señaló.
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