BUENOS AIRES,
"Las acusaciones son infamias. Lo que a mí me consta es que él salvó y defendió mucha gente", afirmó el sacerdote argentino Carlos González al recordar el papel que jugó el entonces Superior Provincial de los Jesuitas, P. Jorge Bergoglio –hoy Papa Francisco–, durante la dictadura argentina, protegiendo a quienes eran perseguidos por los militares.
En un informe televisivo difundido por Todo Noticias, el P. González unió su testimonio al de los sacerdotes Enrique Martínez y Miguel La Civita, quienes durante la dictadura argentina eran seminaristas de La Rioja, dirigida entonces por Mons. Enrique Angelelli.
"Fue la época en que comenzaron a desaparecer gente, amenazas", afirmó el P. La Civita, quien señaló que el entonces P. Bergoglio sabía de las persecuciones, pues había jesuitas en La Rioja.
El P. Martínez añadió que en La Rioja "había una campaña muy dura contra Mons. Angelelli y en general contra todo el clero. Se tildaba de filomarxista al Obispo, a los más estrechos colaboradores de él. Se tildaba de subversivas las actividades pastorales de la Iglesia".
"Cuando fue el golpe de Estado tuvimos que terminar con cosas tan simples como podía ser el campamento de los chicos exploradores o una salida de niños de catequesis, porque ya enseguida venía alguno que decía que estaban entrenando para la guerrilla", señaló.
Es en medio de ese peligro que Mons. Angelelli recomendó a los seminaristas ir a Buenos Aires, donde conocía al P. Bergoglio, que en ese entonces dirigía el Colegio Máximo de San Miguel. En este colegio, afirmó el informe televisivo, el Superior Provincial de los Jesuitas también escondió a muchos perseguidos.
El Superior de los Jesuitas los acogió y se preocupó desde el comienzo por su integridad y sustento económico. "Nos recomendó mucho 'si alguien les busca fíjense quiénes son, si son conocidos, y si no, no se acerquen'; y dio instrucciones de dónde nos teníamos que esconder en caso nos fuesen a buscar. Y no solamente a nosotros sino que a mucha gente salvó", afirmó el P. González.
En 1975 Mons. Angelelli murió en un atentado que el Gobierno militar quiso mostrar como un accidente. Luego de este episodio el P. Bergoglio fue a darles el pésame. "Cuentan conmigo, no se sientan solos", les expresó el ahora Papa Francisco.
Por ello, ante los ataques que recibe el nuevo Pontífice, a quien sectores de la izquierda quieren vincular con la dictadura, el P. Martínez recordó que a Cristo también lo atacaron y calumniaron.
"A Jesús le dijeron que echaba demonios con el poder de Belcebú, le decían que era loco, le decían que quería quebrar las tradiciones de su pueblo. Le dijeron un montón de cosas y Él es Jesús", recordó.
Por su parte, el P. González reiteró que estas acusaciones "son infamias" porque el ahora Papa "salvó y defendió mucha gente".
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