VATICANO,
En sus palabras durante el encuentro esta mañana con los cardenales electores y no electores, el Papa Francisco alentó a los purpurados a dar a los jóvenes la sabiduría de la vida que tienen los ancianos, que mejoran como el buen vino con el paso de los años.
En el encuentro en el que sufrió un pequeño tropiezo, el Santo Padre dijo a los cardenales: "valor, hermanos: Probablemente la mitad de nosotros está en la vejez. Y la vejez, se dice, es la sede la sabiduría de la vida. Los viejos tienen la sabiduría que les da el haber caminado mucho. Como los ancianos Simeón y Ana en el templo cuya sabiduría les hizo reconocer a Jesús. Demos esta sabiduría a los jóvenes: como el buen vino, que con los años se vuelve todavía mejor: demos a los jóvenes la sabiduría de la vida".
En la Sala Clementina del Palacio Apostólico del Vaticano, el Santo Padre recordó al Cardenal argentino Jorge Mejía, que ha tenido un infarto y comentó que "su salud es estable y manda saludos para todos".
El Papa dijo que el encuentro de hoy quería ser "casi una prolongación de la intensa comunión eclesial", experimentada durante el Cónclave.
"Animados por un profundo sentido de responsabilidad y alentados por un gran amor por Cristo y por su Iglesia –ha recordado– hemos rezado juntos, compartiendo fraternalmente nuestros sentimientos, nuestras experiencias y reflexiones. En este clima de gran cordialidad han crecido el conocimiento y la apertura mutuas".
Improvisando nuevamente, el Pontífice dijo que esos sentimientos eran "buenos porque somos hermanos. Algunos me han dicho que los cardenales son los sacerdotes del Santo Padre y yo creo que la cercanía y la amistad nos sentarán bien a todos".