VATICANO,
El lunes 11 de marzo, a las 5:30 p.m. (hora de Roma), los funcionarios y empleados de la Santa Sede que por diversos motivos estarán relacionados al Cónclave, jurarán guardar "secreto absoluto", ante el Cardenal Camarlengo Tarcisio Bertone y, como testigos, dos Protonotarios Apostólicos.
El juramento a realizarse en la Capilla Paulina, de acuerdo a los numerales 46 y 47 de la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, será prestado por el Secretario del Colegio Cardenalicio, el Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, los Maestros de Ceremonias Pontificias y un eclesiástico elegido por el Cardenal que preside el Cónclave para que le ayude en sus labores.
También serán juramentados los religiosos hombres y mujeres de la Sacristía Pontificia, sacerdotes de varias lenguas para las confesiones, médicos y enfermeras, así como las personas responsables de los ascensores del Palacio Pontificio.
Además, el personal de servicios del comedor y de limpieza, los encargados del transporte de los Cardenales electores de la Casa de Santa Marta al Palacio Apostólico, el coronel y un comandante de la Guardia Suiza y el director de los Servicios de Seguridad y Protección Civil, junto a algunos de sus colaboradores, pronunciarán el juramento.
El juramento que pronunciarán se encuentra en el numeral 48 de la Universi Dominici Gregis, en que se lee lo siguiente:
"Yo (nombre) prometo y juro observar el secreto absoluto con quien no forme parte del Colegio de los Cardenales electores, y esto perpetuamente, a menos que no reciba especiales facultades dadas expresamente por el nuevo Pontífice elegido o por sus Sucesores, acerca de todo lo que atañe directa o indirectamente a las votaciones y a los escrutinios para la elección del Sumo Pontífice.
Prometo igualmente y juro que me abstendré de hacer uso de cualquier instrumento de grabación, audición o visión de cuanto, durante el período de la elección, se desarrolla dentro del ámbito de la Ciudad del Vaticano, y particularmente de lo que directa o indirectamente de algún modo tiene que ver con las operaciones relacionadas con la elección misma. Declaro emitir este juramento consciente de que una infracción del mismo comportaría para mí aquellas penas espirituales y canónicas que el futuro Sumo Pontífice (cf. can. 1399 del C.I.C.) determine adoptar.
Así Dios me ayude y estos Santos Evangelios que toco con mi mano".
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