LA HABANA,
Ángel Carromero, el joven español a quien el régimen cubano quiso culpar de la muerte de Oswaldo Payá y Harold Cepero, denunció que las autoridades comunistas lo tuvieron bajo efectos de drogas y lo amenazaron para que se culpara por la muerte de ambos disidentes, quienes –afirmó-, no fallecieron en un accidente, sino luego que su auto fuera sacado de la carretera por un vehículo con placa del Gobierno.
"Ellos me grabaron todo el tiempo y lo hicieron hasta el último día que estuve encerrado en Cuba. Cuando me preguntaron sobre lo que sucedió (el 22 de julio de 2012), les repetí lo que dije al oficial que originalmente tomó mi declaración. Ellos se molestaron. Me advirtieron que yo era un enemigo y que era muy joven para perder mi vida. Uno me dijo que lo que declaré no había sucedido y que debería ser cuidadoso, que dependiendo de lo que dijera me podría ir bien o mal", señaló Carromero al Washington Post.
Durante la entrevista difundida este martes, el joven del Partido Popular recordó que viajó a Cuba durante sus vacaciones para expresar su solidaridad a Oswaldo Payá y al Movimiento Cristiano Liberación (MCL), a quienes admira por su lucha pacífica por la democratización de la isla.
En ese sentido, relató que el 22 de julio, el líder del MCL le pidió que lo llevase a visitar a algunos amigos. Sin embargo, desde temprano un vehículo comenzó a seguirlos y un tuitero afín al régimen comunista (en alusión a Yohandry Fontana), anunció que "Payá está camino a Varadero". "Oswaldo me dijo que, desafortunadamente, (esta vigilancia a la que eran sometidos) era normal", declaró Carromero.
Luego, indicó, apareció otro vehículo que Oswaldo y Harold dijeron debía ser de "La Comunista", pues llevaba una placa azul, de las que usan los autos oficiales. "Yo tenía miedo, pero Oswaldo me dijo que no parara si no hacían una señal que nos forzara a hacerlo. Manejé cuidadosamente, sin darles razón para parar. La última vez que miré por el espejo me di cuenta que el carro estaba muy cerca y repentinamente sentí un estruendoso impacto por detrás", relató.
Carromero denunció que luego de recobrar la conciencia, fue llevado en una camioneta (tipo van) al hospital sin saber nada de los disidentes cubanos ni de Aron Morig (el sueco que también los acompañaba). Durante el trayecto comenzó a increpar a los conductores hasta que volvió a perder el conocimiento.