LIMA,
Rubén y Patricia Reyes, un matrimonio católico peruano y sus hijos quintillizos de cuatro años, que vinieron al mundo de manera natural y sin que haya mediado fertilización asistida, participarán en la Marcha por la Vida que se realizará en Lima, Perú, el próximo 23 de marzo.
"Estamos contentos y entusiasmados de poder participar, mis hijos son un milagro de Dios" afirmó Patricia, que luego de cinco años intentando salir embarazada, concibió seis bebés y decidió apostar por la vida a pesar de las presiones de los médicos para que aborte.
"Si no hubiera estado en la iglesia hubiera abortado", declaró Patricia en diálogo telefónico con ACI Prensa el 4 de marzo, y agregó que "decir si la vida es aceptar lo bueno de Dios, si mis cinco hijos no hubieran nacidos sanitos, igual los hubiera amado, por eso siempre con Rubén y con mis hijos vamos a hablar bien Dios".
La familia Reyes, que residen en la ciudad de Pisco al sur de Lima (cuatro horas en bus aproximadamente), llegarán a Lima un día antes de la Marcha.
"Estamos interesados en ir, sobretodo porque estamos en un época donde tenemos que ser como una luz que anuncia a Dios, si la gente no lo conoce es bueno que sepan que deben confiar en él para poder guiarnos en la vida, como esa luz que nos guía", expresó Patricia.
A mediados del 2008, Patricia y Rubén Reyes recibieron la mejor noticia de sus vidas. Después de cinco años de intentos y estando decididos a adoptar, ella resultó embarazada de sextillizos. A los dos meses uno de los bebés falleció en el vientre de manera espontánea y los médicos les propusieron abortar a tres de sus hijos para "asegurar" el nacimiento de al menos uno.