REDACCION CENTRAL,
Con la autorización de los Obispos de Alemania para administrar la píldora del día siguiente en casos de violación, se ha generado una situación insalvable que no permite trazar una línea divisoria clara y que pone a la Iglesia en ese país europeo de vuelta en los años 90's cuando asumió posturas controvertidas respecto al aborto, explica una experta pro-vida alemana.
Los obispos de Alemania acordaron permitir que la "píldora del día siguiente" pueda administrarse en los hospitales católicos en casos de violación, "partiendo de la base de que sus principios sean no abortivos, sino anticonceptivos".
"Seguirá sin poderse aplicar métodos médicos o farmacéuticos que conlleven la muerte del embrión", añade la declaración publicada en el sitio web de la Conferencia Episcopal de Alemania el 22 de febrero.
En declaraciones a ACI Prensa el 23 de febrero, la alemana Sophia Kuby, Directora de European Dignity Watch con sede en Bruselas (Bélgica), explicó que "la decisión de la Conferencia Episcopal Alemana de permitir la administración de la píldora del día siguiente en hospitales católicos en casos de violación tiene que leerse de forma diferenciada".
"Desde el punto de vista teológico, los Obispos alemanes no han cambiado su opinión al decir que, en caso de violación, se puede dar una píldora del día siguiente, si y solo si, impide el embarazo. Eso debe leerse a la luz de lo que la doctrina católica enseña sobre el inicio del embarazo, es decir con la fertilización del óvulo".
Kuby recordó luego que "de acuerdo a la ley alemana el embarazo comienza con la anidación. Esto significa que una píldora del día siguiente que tenga un efecto abortivo sigue estando prohibida. Y aquí está el problema: los Obispos alemanes se refieren a una 'evidencia científica' como base para su reciente evaluación moral y teológica de la píldora del día siguiente; pese a que el principal estudio que parece servirles de base, solo describe el efecto anticonceptivo de la píldora en cuestión".