ROMA,
La Congregación para la Causa de los Santos del Vaticano recibió el 15 de febrero los documentos con los resultados de investigación diocesana de la vida de Magdalena Aulina, una laica española que dejó su vida dedicada al comercio de lanas para convertirse en una mujer entregada al servicio del prójimo, cuyo ejemplo y legado ahora está presente en siete países del mundo.
"Ella fue importante porque era una mujer, una mujer laica y pionera de la laicas consagradas", expresó en diálogo con ACI Prensa la Directora del Instituto Secular Operarias Parroquiales, Pina Milana.
El proceso de beatificación de Magdalena Aulina comenzó el 3 de noviembre de 2006, y el 9 de febrero, el Arzobispo de Barcelona (España), Cardenal Lluís Martínez Sistach, cerró el proceso diocesano de beatificación.
Milana explicó que esto significa que el proceso entra ahora a una segunda fase, conocida como la fase romana, donde la vida de la candidata y sus virtudes serán estudiadas con mayor profundidad.
"Nosotros confiamos en Dios y en la sabiduría de la Santa Iglesia que Magdalena Aulina será presentada como un modelo de santidad cotidiana por la diócesis y la Iglesia universal" expresó Milana quien asegura que "la fuerza de oración de todo el Instituto y de la Familia Aulina, será nuestro soporte y esperanza en esta nueva fase".
Su vida
Magdalena Aulina Saurina nació en 1897 en Bañolas - Cataluña. Luego de leer a los 15 años la biografía de Santa Gema Galgani, conocida por su imitación a la Pasión de Cristo y por recibir sus estigmas, se sintió inspirada en seguir su estilo de vida.
En 1916, organizó con los niños de Boloñas, un mes dedicado a la Virgen María, en ese tiempo sintió que tenía una vocación religiosa, sin embargo, también quería vivir como Santa Gema que era secular.
Magdalena en 1921 cayó enferma con problemas cardiacos y dolores de cabeza que empeoraron dos años más tarde. Se encomendó a Santa Gema con el rezo de su novena y sanó, causando admiración en los doctores que no podían explicar lo sucedido.
"Ella era decidida y clarividente mujer de fe y esperanza sin límites de amor por Cristo, su Iglesia y la persona humana, sin importar su clase social o ideas religiosas", expresó Milana.
Magdalena tuvo visiones místicas de Santa Gema, que le dejaba promover su veneración y la construcción de una fuente en Bañolas dedicada a ella, que fue beatificada en esa época.
En 1922 fundó una asociación, que combina promoción de la vida religiosa con educación cristiana para niños y ofrece un lugar de recreación para niñas que no van al colegio, impartiendo clases de literatura y orientación vocacional.
La laica española, en 1931 junto a otras mujeres que compartieron su misión hicieron votos de castidad, pobreza y de obediencia.
Magdalena murió en Barcelona el 15 de mayo de 1956, hoy su Instituto Secular Operarias Parroquiales, está presente en España, Italia, Francia, Puerto Rico, Paraguay, Guinea Ecuatorial y la República Democrática del Congo.
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