ROMA,
El cónclave con el que los cardenales eligen al Papa, el Vicario de Cristo en la tierra, se origina de una historia poco conocida. Tras una larga de espera de unos tres años los fieles se cansaron de la indecisión de los cardenales y decidieron encerrarlos sin calefacción, solo con pan y agua, hasta que eligieran a un nuevo Pontífice.
Sucedió en la antigua sede papal de Viterbo (Lazio), trasladada del Vaticano debido a la hostilidad romana que ser cernía sobre ellos alrededor del año 1257.
Tras la muerte del papa Clemente IV en 1268, los fieles tuvieron que pasar casi tres años de Sede Vacante sin que los cardenales eligieran a un nuevo Pontífice porque no se ponían de acuerdo.
La desesperación llevó a los habitantes a tomar medidas drásticas, y decidieron encerrar a los cardenales con llave. De este encierro procede la palabra Cónclave, "cum clave", que significa "con llave". La medida causó el efecto deseado y los cardenales electores se apresuraron en elegir a Gregorio X.
El proceso ha llegado a nuestros días, pero no de manera tan estricta. Ahora para la elección del Papa, los cardenales se encierran con llave en la Capilla Sixtina del Vaticano. Pero pueden salir en caso de enfermedad o para desplazarse a descansar todos juntos al Domus Santa Marta, residencia cardenalicia dentro del Vaticano.
Durante este tiempo de discernimiento nadie puede acercarse a los cardenales para no influir en la votación.