VATICANO,
El director de la Sala de Prensa de la Santa Sede, Padre Federico Lombardi, explicó que luego de su renuncia al pontificado que se hará efectiva el 28 de febrero a las 8:00 p.m., hora de Roma, Joseph Ratzinger podrá ser llamado aún "Benedicto XVI" porque "eso no cambia y evidentemente no puede cambiar".
En conferencia de prensa esta mañana y consultado sobre cómo se le llamará al Papa una vez que deje de serlo, el sacerdote explicó que "no hay claridad" aún sobre si será "Obispo Emérito de Roma".
Sobre la cuestión del nombre que decidió tras su elección como sucesor de San Pedro, el portavoz del Vaticano, dijo que "pienso que se puede decir que Benedicto XVI es un título al cual no puede renunciar: es su nombre como Papa, que ha llevado para toda la Iglesia y por todo el mundo oficialmente por ocho años (…) Esto no cambia y evidentemente no puede cambiar".
El vocero del Vaticano se refirió también al clima de distensión, serenidad y alegría del Papa Benedicto XVI ayer en la Misa de Miércoles de Ceniza en la Basílica de San Pedro, la última celebración litúrgica pública presidida por el Santo Padre.
"La maestría, la lucidez y la serenidad de su discurso nos ha tocado mucho, así como a mí, ayer por la noche, me tocó mucho su sonrisa, mientras salía de la celebración. Creo que lo hemos notado todos".
"La sonrisa con la que el Papa concluyó la celebración, luego de ese extraordinario aplauso… Incluso cuando se dice que este (la Cuaresma) no es un tiempo para aplaudir en la Iglesia. En vez de eso ¡parecía que ese aplauso no iba a terminar nunca!"