VATICANO,
En su habitual catequesis semanal de la audiencia general de los miércoles, el Papa Benedicto XVI reflexionó nuevamente sobre el Credo, está vez sobre Dios creador del cielo y de la tierra, y explicó que el Señor crea todo bueno y que el culmen de esta creación es el hombre y la mujer, creados para el amor y no para el pecado que "lo destruye todo".
Ante miles de fieles presentes en el Aula Pablo VI en el Vaticano, el Papa subrayó que "Dios se manifiesta como Padre en la creación, como origen de la vida y, al crear, muestra su omnipotencia. La fe implica pues saber reconocer lo invisible, reconociendo su huella en el mundo visible".
"El creyente puede leer el gran libro de la naturaleza y comprender su lenguaje; el universo nos habla de Dios, pero es necesaria su Palabra de revelación, que suscita la fe, para que el hombre pueda alcanzar la plena conciencia de la realidad de Dios como Creador y Padre".
El Papa explicó la importancia de la creación, relatada en el primer capítulo del libro del Génesis en donde se puede ver que "la vida surge y el mundo existe porque todo obedece a la Palabra divina".
"Pero nuestra pregunta hoy es ¿tiene sentido, en la era de la ciencia y de la técnica, seguir hablando de la creación? ¿Cómo debemos comprender la narración del Génesis? La Biblia no quiere ser un manual de ciencias naturales; lo que sí quiere es hacer comprender la verdad auténtica y profunda de las cosas".
El Santo Padre resaltó luego que "la verdad fundamental, que las narraciones del Génesis, nos develan es que el mundo no es un conjunto de fuerzas contrastantes entre sí, sino que tiene su origen y su estabilidad en el Logos, en la Razón eterna de Dios, que continúa sosteniendo el universo".