VATICANO,
En su segunda catequesis sobre el Credo en la audiencia general de este miércoles, el Papa Benedicto XVI explicó que Dios es un Padre que nunca abandona a sus hijos, no se cansa de ellos y los ama con un amor sin límites que nunca falla. En ello se expresa su ser Todopoderoso.
En el Aula Pablo VI del Vaticano, el Santo Padre explicó el sentido de afirmar que Dios es un Padre Todopoderoso: "Dios es un Padre que nunca abandona a sus hijos, un Padre amoroso que sostiene, ayuda, acoge, perdona y salva, con una fidelidad que supera inmensamente la de los hombres, para abrirse a las dimensiones de la eternidad".
El Papa dijo luego que "el amor de Dios Padre nunca falla, no se cansa de nosotros, es amor que se da sin límites, hasta el sacrificio de su Hijo. La fe nos dona esta certeza que se convierte en una roca segura en la construcción de nuestras vidas: podemos afrontar todos los momentos de dificultad y de peligro, la experiencia de la oscuridad de la crisis y del tiempo de dolor, sostenidos por la fe en que Dios no nos deja solos y siempre está cerca, para salvarnos y llevarnos a la vida eterna".
Benedicto XVI señaló que "no siempre es fácil hoy en día hablar de paternidad. Sobre todo en el mundo occidental. Las familias disgregadas, los compromisos de trabajo cada vez más apretados, las preocupaciones y, a menudo, la fatiga de equilibrar el presupuesto familiar, así como la invasiva distracción de los medios de comunicación en la vida diaria son algunos de los muchos factores que pueden impedir una relación serena y constructiva entre padres e hijos".
"A veces, la comunicación se hace difícil, se pierde la confianza y la relación con la figura del padre puede llegar a ser problemática. Por lo que, no teniendo modelos adecuados como referencia, se vuelve problemático incluso imaginar a Dios como padre. Para aquellos que han tenido la experiencia de un padre demasiado autoritario e inflexible, o indiferente y poco afectuoso, o incluso ausente, no es fácil pensar con serenidad en Dios como Padre y abandonarse a Él con confianza".
El Santo Padre dijo que ante esta situación, "la revelación bíblica ayuda a superar estas dificultades hablándonos de un Dios que nos muestra qué significa ser verdaderamente "padre", y es sobre todo el Evangelio el que nos revela este rostro de Dios como Padre, que ama hasta el don de su propio Hijo para la salvación de la humanidad".