CORDOBA,
El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, llamó a los fieles a intensificar la oración para que Dios conceda el don de la unidad de los cristianos, pero recordó que el rezo debe ir acompañado de un correcto testimonio de vida que invite a los hermanos separados a regresar a la Iglesia fundada por Cristo.
"La unidad es la meta, la oración es el camino. Es preciso orar, haciéndose eco de la oración de Cristo ante el Padre, por la unidad de los cristianos: ‘Que todos sean uno, como tú Padre en mí y yo en ti, para que el mundo crea’", afirmó en su última carta enviada a ACI Prensa referida a la Semana de Oración por la Unidad de los Cristianos, del 18 al 25 de enero.
Mons. Fernández dijo que el cisma de las Iglesias de Oriente y la reforma de Lutero "son dos heridas sangrantes, que no han cicatrizado todavía". Sin embargo, a comienzos del siglo pasado "un fuerte movimiento ha inspirado a todos los cristianos que es posible recuperar la unidad perdida. Es el movimiento ecuménico, que tiene distintos aspectos. Oración, diálogo teológico, encuentros de líderes, acciones conjuntas en favor de la justicia y la paz".
El Prelado aclaró que si bien el diálogo y las acciones son necesarios para alcanzar la unidad, esta "será un don de Dios, en el momento oportuno según los planes de Dios. Y en este camino, todos tenemos que convertirnos".
"La unidad no vendrá del consenso negociado, rebajando cada uno algo de su verdad. Eso sería demoler la verdad y la parte de verdad que cada uno posea. La unidad vendrá por la profundización en la verdad que cada uno ha alcanzado, porque la verdad profundizada confluye en la verdad total", añadió.
Asimismo, señaló que a los hermanos separados "les falta la comunión plena con el Sucesor de Pedro, el Papa. Y este es un elemento esencial de la única Iglesia de Cristo: ‘Tú eres Pedro y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia’".