VATICANO,
Hoy se dio a conocer el mensaje para la 46º Jornada Mundial de la Paz que se celebra el 1 de enero de 2013, en el que el Papa Benedicto XVI traza un programa en pos de este don de Dios para todos los hombres en medio de un mundo lleno de desafíos.
En su mensaje de 8 puntos, el Santo Padre señala que "este tiempo nuestro, caracterizado por la globalización, con sus aspectos positivos y negativos, así como por sangrientos conflictos aún en curso, y por amenazas de guerra, reclama un compromiso renovado y concertado en la búsqueda del bien común, del desarrollo de todos los hombres y de todo el hombre".
"Causan alarma los focos de tensión y contraposición provocados por la creciente desigualdad entre ricos y pobres, por el predominio de una mentalidad egoísta e individualista, que se expresa también en un capitalismo financiero no regulado.
Aparte de las diversas formas de terrorismo y delincuencia internacional, representan un peligro para la paz los fundamentalismos y fanatismos que distorsionan la verdadera naturaleza de la religión, llamada a favorecer la comunión y la reconciliación entre los hombres".
Sin embargo, prosigue el Papa, "las numerosas iniciativas de paz que enriquecen el mundo atestiguan la vocación in- nata de la humanidad hacia la paz. El deseo de paz es una aspiración esencial de cada hombre, y coincide en cierto modo con el deseo de una vida humana plena, feliz y lograda".
En otras palabras, dice el Santo Padre, "el deseo de paz se corresponde con un principio moral fundamental, a saber, con el derecho y el deber a un desarrollo integral, social, comunitario, que forma parte del diseño de Dios sobre el hombre. El hombre está hecho para la paz, que es un don de Dios. Todo esto me ha llevado a inspirarme para este mensaje en las palabras de Jesucristo: ‘Bienaventurados los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios’".