VATICANO,
El Papa Benedicto XVI dedicó su catequesis de esta mañana a explicar que es razonable creer en Dios, porque "está en juego nuestra existencia" y porque sólo Él es capaz de darle sentido, sabor y alegría a la vida.
Ante miles de fieles reunidos en el Aula Pablo VI, el Santo Padre resaltó que "la fe lleva a descubrir que el encuentro con Dios valoriza, perfecciona y eleva lo que es verdadero, bueno y bello en el hombre. De este modo, se da la circunstancia de que, mientras Dios se revela y se deja conocer, el hombre llega a saber quién es Dios y, conociéndolo, se descubre a sí mismo, su origen y su destino, así como la grandeza y la dignidad de la vida humana".
"La fe permite un conocimiento auténtico sobre Dios, que implica a toda la persona humana: se trata de un ‘saber’, un conocimiento que le da sabor a la vida, un nuevo sabor a la existencia, una forma alegre de estar en el mundo".
La fe, refirió el Papa, permite abrir los ojos para "conocer toda la realidad, más allá de las estrechas perspectivas del individualismo y del subjetivismo, que desorientan las conciencias".
"El conocimiento de Dios es, por tanto, la experiencia de la fe, e implica, al mismo tiempo, un camino intelectual y moral: marcados en lo profundo por la presencia del Espíritu de Jesús en nosotros, podemos superar los horizontes de nuestros egoísmos y nos abrimos a los verdaderos valores de la vida".
Benedicto XVI resaltó luego que "la tradición católica ha rechazado desde el principio el denominado fideísmo, que es la voluntad de creer en contra de la razón. Credo quia absurdum (creo porque es absurdo) es la fórmula que interpreta la fe católica. De hecho, Dios no es absurdo, en todo caso es misterio. El misterio, a su vez, no es irracional, sino sobreabundancia de sentido, de significado y de verdad. Si contemplando el misterio, la razón ve oscuro, no es porque en el misterio no haya luz, sino más bien porque hay demasiada luz".