QUITO,
El Arzobispo de Cuenca (Ecuador), Mons. Luis Cabrera Herrera, envió una carta al gobernador local Humberto Cordero con copia al presidente ecuatoriano Rafael Correa, solicitando que se repongan las imágenes religiosas que fueron retiradas del Hospital Regional "Vicente Corral Moscoso" y no discriminar a la mayoría católica en los espacios públicos.
Mons. Cabrera expresó su preocupación y dolor por "la noticia de que, por disposición de la Ministra de Salud, Dra. Carina Vance", el director del hospital retiró en días pasados "las imágenes religiosas de Cristo y María de los pasillos y demás departamentos de la Institución". Hecho que ocurre meses después que no se permitiera celebrar el jubileo de las cuarenta horas y se quitara "la Capilla del mismo lugar sin tener en cuenta su historia y, sobre todo, las convicciones religiosas del personal" del hospital.
"De no regresar las imágenes a sus lugares originales, los católicos estaríamos siendo discriminados de los espacios públicos por nuestras convicciones religiosas y tratados injustamente en una Ciudad que se precia de respetar la diversidad cultural y religiosa", expresó en la carta a la que tuvo acceso ACI Prensa.
"No estamos buscando ningún privilegio para la Iglesia Católica, sino tan sólo que se respete su derecho a expresar su fe también en los espacios públicos, que pertenecen a todos los ecuatorianos, independientemente de sus convicciones políticas y religiosas", aclaró en el texto también enviado al alcalde Paúl Granda López, al presidente de la Asamblea Nacional, Fernando Cordero; y a la Iglesia en Cuenca.
El Prelado recordó que la Constitución ecuatoriana reconoce el derecho a profesar la religión en público o en privado. Además, ser un Estado Laico significa ser "a-confesional, es decir, sin una opción religiosa determinada, pero jamás anti-religioso. Esta acepción del término Laico nos permite convivir, de una manera pacífica y respetuosa".
Mons. Cabrera dijo que con esta medida "no se ha tenido en cuenta la sensibilidad religiosa de nuestro pueblo, mayoritariamente católico, y su derecho a profesar su fe en los momentos más difíciles de su vida, como cuando debe afrontar los límites de la enfermedad y de la muerte".