ROMA,
El Papa Benedicto XVI compartió hoy el té con dos ancianas en su visita a la casa-familia "Vivan los ancianos" de la Comunidad de San Egidio en Roma (Italia).
Como se aprecia en la foto, el Santo Padre compartió amenamente un momento con dos ancianas de la citada casa, acompañado de su secretario personal, Mons. Georg Gaenswein. En el encuentro, realizado en el departamento habitado por Giovanna, una de las ancianas de la casa, además del té compartieron algunas galletas.
Este compartir se dio en el marco de la visita del Papa a los ancianos, a quienes recordó que son una riqueza para la sociedad y una escuela de vida para las jóvenes generaciones.
Benedicto XVI dijo a los ancianos y a los voluntarios de la casa que "no podemos tener un verdadero crecimiento humano y una educación sin el contacto fecundo con los ancianos, porque su misma existencia es como un libro abierto en el cual las jóvenes generaciones pueden encontrar preciosas indicaciones para el camino de la vida".
"Queridos hermanos y hermanas ancianos, a veces las jornadas pareces largas y vacías, con dificultadas, pocos esfuerzos y encuentros, no se desalienten nunca, ustedes con una riqueza para la sociedad, también en el sufrimiento y la enfermedad. Y esta fase de la vida es un don también para profundizar en la relación con Dios", dijo el Santo Padre.
"¡El Papa los ama y cuenta con todos ustedes! Siéntanse amados por Dios y sepan llevar a esta sociedad nuestra, a menudo individualista y dominada por la eficiencia, un rayo del amor de Dios. Y Dios estará siempre con ustedes y cuantos los sostienen con su afecto y ayuda", recordó.