VATICANO,
El Papa Benedicto XVI señaló que la violencia es siempre inaceptable en sus diversas formas de terrorismo y delincuencia, porque constituye una ofensa a toda la humanidad; y alentó a la comunidad internacional a combatir estos males adecuadamente, apuntando también al arrepentimiento y corrección de los criminales.
Así lo indicó el Santo Padre en su discurso a los participantes de la 81° asamblea de la Interpol realizada en Roma en estos días, a quienes recibió esta mañana en audiencia en el Vaticano.
"Queridos amigos, el encuentro de hoy con vosotros, agentes de la policía internacional, me da la ocasión de confirmar una vez más que la violencia es siempre inaceptable en sus diversas formas de terrorismo y delincuencia, porque hiere profundamente la dignidad humana y constituye una ofensa a toda la humanidad", dijo el Papa.
Por ello, prosiguió, "es un deber reprimir el crimen en el ámbito de las reglas morales y jurídicas, porque las acciones contra la delincuencia han de ser realizadas siempre en el respeto a los derechos humanos y a los principios de un Estado de derecho".
"En efecto, la lucha contra la violencia debe apuntar ciertamente a detener el delito y a defender la sociedad, pero también al arrepentimiento y a la corrección del delincuente, que es siempre una persona humana, sujeto de derechos inalienables, y como tal no debe ser excluida de la sociedad, sino regenerada".
"Al mismo tiempo, la colaboración internacional contra la delincuencia no puede agotarse solamente en operaciones policiales. Es esencial que incluso la necesaria acción represiva vaya acompañada de un valiente y lúcido análisis de las motivaciones subyacentes a estas acciones delictivas inaceptables; es preciso prestar atención especial a los factores de exclusión social y de indigencia que persisten en la población y que constituyen un medio de violencia y odio".