VATICANO,
El Papa Benedicto XVI expresó su profunda preocupación por la situación de Siria, anunció que ha enviado una delegación del Vaticano y alentó a la comunidad internacional a trabajar por la paz antes de que sea "demasiado tarde".
Al final de la audiencia general de este miércoles en la Plaza de San Pedro, el Papa señaló que "sigo con particular atención la trágica situación de violencia en Siria, donde no se detiene el fragor de las armas, y cada día aumenta el número de las víctimas y el terrible sufrimiento de la población, en particular de cuantos han debido dejar sus casas".
"Mi deseo era enviar a Damasco una Delegación de Padres Sinodales para manifestar a la población de Siria mi solidaridad, y la de toda la Iglesia, y mi cercanía espiritual a las comunidades cristianas del país".
El Papa explicó que, lamentablemente, diversas circunstancias y acontecimientos no han hecho posible la iniciativa en el modo deseado, y por ello decidió confiar una misión especial al Cardenal Robert Sarah, Presidente del Consejo Pontificio Cor Unum.
"Desde hoy y hasta el 10 de noviembre próximo estará en el Líbano, para encontrarse con los pastores y fieles de la Iglesia en Siria; visitará algunos refugiados provenientes de dicho país y presidirá una reunión de coordinación con las instituciones católicas de caridad, a las que la Santa Sede les ha pedido un particular compromiso en favor de la población siria, tanto dentro como fuera del país".
El Papa elevó luego su oración a Dios y renovó su invitación "a las partes del conflicto y a cuantos desean el bien de Siria a no ahorrar ningún esfuerzo en la búsqueda de la paz y a buscar, por medio del diálogo, los caminos que conducen a una justa convivencia".