VIDEO: Aclaman filme sobre la alegría de vivir… con cáncer

Habla el director

En mayo de este año, Paco Arango concedió una entrevista a la revista Alfa y Omega de la arquidiócesis de Madrid (España), en la que contó el origen de la cinta: "allá por el 2000 o 2001, almorzaba yo con un sacerdote, el primer martes de cada mes, y le pedí que me ayudara a encontrar algo a lo que yo pudiera donar mi tiempo, no mi dinero. Después de pensarlo, me puso en contacto con una fundación que trabajaba en el Hospital del Niño Jesús, y empecé a ir allí como voluntario".

"Cuando vi al primer niño vomitando, en vez de sentir deseos de marcharme, me fui como un imán hacia su cama. Empecé a ir de habitación en habitación, y me encontré con que allí había todo un mundo. Aquello me fue robando mi vida poco a poco. A partir del segundo año, ya iba todos los días, incluidos fines de semana", recuerda Arango.

Tras varios años de servicio, en el 2006, el cineasta decidió iniciar su propia organización, la Fundación Aladina. Fueron varios los hechos que le hicieron ver que debía seguir en esa labor, como que en un concierto del famoso grupo de rock U2, el vocalista Bono dedicara una canción a los médicos, especialmente a los del hospital Niño Jesús, del que dijo no recordar el nombre.

"En ese momento, todo el estadio (Vicente Calderón, con unas 80 mil personas) comenzó a gritar: ‘¡Niño Jesús, Niño Jesús!’ Para mí fue una señal. Dios me estaba diciendo que nada de abandonar el hospital", señala Arango.

Sobre la película, el cineasta dijo que en el año 2008 conoció a Antonio, "un niño que parecía haber superado el cáncer. La Fundación iba viento en popa, y entonces decido hacer una película, inspirada en él, sobre mis experiencias en el hospital, un lugar en el que más se puede maldecir a Dios, pero donde yo he visto lo que es la caridad y el amor y he entendido de qué va la vida. Y rodé Maktub".

"Cuando hice el guión, Antonio parecía que iba a sobrevivir, pero su personaje moría. Al final, Antonio murió por un virus. Antonio compuso una canción que fue profética, en la que él se describía como la voz de los niños con cáncer, y daba testimonio de su fe en Dios".

Arango dijo también que con la cinta "me llaman de universidades, de colegios, de parroquias, porque la película llega a lo más profundo del corazón, es una película que abre al amor".

Con "Cambio de Planes" o "Maktub", concluye el director de cine, "he descubierto una responsabilidad como cineasta que antes no veía. Se puede hacer mucho bien con una película".