VATICANO,
Ante miles de fieles reunidos en la Plaza de San Pedro esta mañana, el Papa Benedicto XVI presentó la oración del Credo como clave para la conversión personal y como antídoto ante el relativismo y el subjetivismo.
En la síntesis de la catequesis en español, el Santo Padre dijo que en este Año de la Fe que acaba de empezar, "hoy comienzo una serie de catequesis que busca profundizar el tema de la fe para renovar la alegría de creer en Jesucristo y caminar tras sus huellas. La Iglesia nos guía en este propósito por medio de la Palabra, los sacramentos y una caridad activa".
Creer, continuó, "no es el encuentro con una idea o un programa, sino con una Persona, que vive y nos transforma al revelarnos nuestra verdadera identidad. Creer no es algo extraño y lejano a nuestra vida, algo accesorio; al contrario, la fe en el Dios del amor, que se ha encarnado y ha muerto en la cruz por nuestra salvación, nos presenta de forma clara que sólo en el amor encuentra el hombre su plenitud".
Benedicto XVI advirtió que "en cambio, todo lo que es contrario a ese amor lo destruye. Así, Dios ha querido revelarse y mostrarnos su designio haciéndonos capaces de reconocerle presente en la historia, con su Palabra y su obra".
"La Iglesia se hace portadora de este anuncio que contiene la regla de la fe, a la que debemos mantenernos fieles. En el Credo está lo esencial de esa fe, no sólo desde un punto de vista intelectual, sino, sobre todo, vivencial, pues sobre esa base debemos fundar nuestra conducta, la vida moral, ya que la fe exige nuestra conversión, por encima de todo relativismo y subjetivismo", precisó.
En su catequesis en italiano y tras recordar que el Año de la Fe celebra el 50 aniversario de la inauguración del Concilio Vaticano II, el Papa dijo que "con la fe cambia realmente todo en nosotros y para nosotros, y se revela claramente nuestro destino futuro, la verdad de nuestra vocación en la historia, el sentido de la vida, la alegría de ser peregrinos hacia la Patria celestial".