VATICANO,
Con el fin de adecuar el ordenamiento jurídico vaticano a los más altos estándares internacionales contra el terrorismo, y en su deseo de colaborar en la tutela adecuada del personal diplomático, la Santa Sede se sumó a la "Convención sobre la Prevención y Castigo de Delitos contra las personas que gozan de protección internacional, incluidos los agentes diplomáticos".
Según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede, para una mayor protección de las personas que gozan de protección internacional, en la tarde del 26 de septiembre el arzobispo Dominique Mamberti, Secretario para las Relaciones con los Estados y Jefe de la Delegación de la Santa Sede, depositó ante el Secretario General de las Naciones Unidas el instrumento de adhesión a la Convención.
El instrumento de adhesión recuerda que la promoción de los valores de la fraternidad, la justicia y la paz entre las personas y los pueblos son de suma importancia para la Santa Sede y exigen la observancia del estado de derecho, así como el respeto de los derechos humanos.
Por otro lado, el 24 de septiembre la Sede de las Naciones Unidas en Nueva York celebró la reunión de alto nivel de la Asamblea General sobre el Estado de Derecho a nivel nacional e internacional en la que participó, Mons. Mamberti.
En ella, la autoridad vaticana, denunció cómo solo unos pocos gozan del rápido progreso científico, el creciente acceso a la educación y al bienestar económico, mientras que la crisis financiera mundial parece no acabar para otros, "desatando algunas emergencias humanitarias y ambientales y que al mismo tiempo se hace portadoras de nuevos y peligrosos conflictos".
Para ayudar a dar este paso, el representante vaticano anunció que "la Santa Sede ha declarado que tiene la intención de contribuir, ulteriormente y de manera concreta en el empeño mundial de prevención y contraste de los delitos cometidos contra los diplomáticos".