VATICANO,
En su discurso en la ceremonia de bienvenida en su viaje al Líbano, el número 24 de su pontificado, el Papa Benedicto XVI señaló que llega a Medio Oriente como "peregrino de paz, amigo de Dios y de los hombres".
El Santo Padre llegó a la 1:45 p.m. (hora local) al aeropuerto Rafiq Hariri de Beirut. Fue recibido, entre otras personalidades, por el Presidente de la República del Líbano, Michel Sleiman, quien estaba acompañado de su esposa. En la comitiva estaba también el Patriarca de Antioquía de los Maronitas (católicos), Su Beatitud Béchara Boutros Raï.
El Papa expresó su alegría por estar en suelo libanés y afirmó que "más allá de vuestro país, vengo también hoy simbólicamente a todos los países de Oriente Medio, como un peregrino de paz, como un amigo de Dios, y como un amigo de todos los habitantes de todos los países de la región, cualquiera que sea su pertenencia y su creencia".
"Vuestros gozos y penas están continuamente presentes en la oración del Papa y pido a Dios que os acompañe y alivie. Os puedo asegurar que rezo particularmente por todos los que sufren en esta región, que son muchos. La imagen de San Marón (en la Plaza de San Pedro) me recuerda lo que vivís y soportáis", resaltó.
El Papa Benedicto XVI dijo que llega al Líbano para "decir lo importante que es la presencia de Dios en la vida de cada uno y cómo la forma de vivir juntos, esta convivencia que desea testimoniar vuestro país, será profunda en la medida en que esté fundada en una actitud de acogida y benevolencia hacia el otro, en la medida que esté enraizada en Dios, que desea que todos los hombres sean hermanos".
"El famoso equilibrio libanés, que quiere seguir siendo una realidad, se puede prolongar gracias a la buena voluntad y al empeño de todos los libaneses. Sólo entonces podrá servir de modelo para los habitantes de toda la región, y del mundo entero".