CORDOBA,
En su última carta semanal, el Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, señaló que los mártires de la Iglesia enseñan a todos que la última palabra la tiene siempre el amor, que es capaz incluso de perdonar a los enemigos antes de la muerte a causa de la fe.
En su misiva titulada "Mártires de nuestro tiempo", enviada hoy a ACI Prensa, el Obispo recuerda que siempre en la Iglesia ha habido mártires, personas dispuestas a "jugarse la vida por Jesucristo y su Evangelio. Y al jugarse la vida, la han perdido, la han entregado voluntariamente, ganando de esta manera la vida eterna que Cristo nos ha prometido".
Tras recordar que los cristianos son los más perseguidos actualmente y que el 75 por ciento de los mártires de la Iglesia son de nuestro tiempo, Mons. Fernández afirma que "la ideología marxista, que pretende borrar a Dios de los corazones y de la historia, las posturas totalitarias de cualquier signo, los fundamentalismos religiosos, el aplastamiento de las minorías religiosas por parte del poder, etc. han generado muchedumbre de testigos de Cristo hasta el extremo de sellar ese amor con su propia sangre".
"Cuando la Iglesia, después de detenido y minucioso examen histórico, proclama mártir por la suprema autoridad del Papa a uno de sus hijos, no se fija en el verdugo, sino que proclama que el amor del testigo es más fuerte que el odio del verdugo, que el poder de la fe y del amor a Cristo triunfa sobre la muerte, que el perdón ha prevalecido sobre la ofensa".
"La última palabra la tiene el amor, que vencerá todas las miserias humanas", precisa.
El Obispo de Córdoba recuerda que los mártires que la Iglesia "fueron buscados en sus casas y en sus conventos, en la parroquia o el círculo católico sencillamente porque eran curas, seminaristas, monjas o seglares". "Fueron buscados por ser cristianos, para arrancar a Dios del corazón y de la historia de los hombres, y ellos resistieron firmes en la fe", agrega.