SAN SEBASTIÁN,
El Obispo de San Sebastián (España), Mons. José Ignacio Munilla, consideró que es "bueno" que haya un "legítimo" debate sobre el "margen prudencial" con el que los presos de ETA que son enfermos terminales, "según su actitud y otras circunstancias", puedan ser puestos en libertad para morir rodeados de sus familiares y remarcó que "lo que no sería aceptable es la negación indiferenciada del mismo principio humanitario".
De este modo, subrayó que el citado principio humanitario "no responde tanto a la bondad de quien lo recibe, cuanto a la magnanimidad de quien lo ejerce, aunque ciertamente lo primero ayuda mucho a lo segundo".
Mons. Munilla hizo estas reflexiones en su homilía con motivo de la Misa de la Festividad de la Patrona de Gipuzkoa, celebrada en la Basílica de Arantzazu, en la que ha señalado que durante este verano ha seguido "con tristeza" la polémica suscitada en torno a la excarcelación de los presos de ETA, aquejados de enfermedades incurables o terminales.
En primer lugar, denunció que "quienes han hecho y siguen haciendo" de este principio humanitario "un instrumento de reivindicación política" sin condenar los atentados que se han cometido "humillan a las víctimas, dificultan la aplicación de estas medidas y, en definitiva, instrumentalizan el sufrimiento y los mismos principios humanitarios para evadirse de la autocrítica que tienen pendiente".
El Prelado, "al margen de cualquier ambigüedad en la condena de la violencia", se ha preguntado si "son conformes con el sentir cristiano y con la misma ética" expresiones como "¡que se mueran en la cárcel, que se lo tienen bien merecido!".