SANTIAGO,
El P. Carlos Arancibia, nuevo sacerdote de la Congregación de los Clérigos de San Viator, señaló que la misión de la Iglesia es "romper las barreras de la desconfianza y el escepticismo" de los que no la conocen para así poder llevarlos a Cristo.
"Esta difícil tarea es justamente nuestra misión. Y ha sido la misión de la Iglesia desde sus orígenes solo que van cambiando las circunstancias y actores", afirmó en declaraciones difundidas el 4 de septiembre por el sitio web Iglesiadesantiago.cl
El sacerdote, ordenado el 2 de septiembre por el Arzobispo de Santiago (Chile), Mons. Ricardo Ezzati, insistió en que "los desafíos de la Iglesia son los de siempre: ser una Iglesia dialogante, que muestre a Cristo en la cotidianidad, que interpele las estructuras que nos deshumanizan. Y que ante todo sea una Iglesia que no se olvide de vivir, respirar, de descansar, de soñar, de agradecer y de detener su vista en lo temporal sin olvidar que aspira a la eternidad".
Sobre su vocación, indicó que nació de "la experiencia de compartir la vida en comunidad y releer mi historia a la luz del Evangelio" durante su participación en el Movimiento de las Juventudes Viatorianas.
En ese sentido, destacó las enseñanzas del fundador de su congregación, el sacerdote francés Luis Querbes, que "decía que debemos aspirar a la práctica de las virtudes ordinarias. Esa debía ser nuestra alegría. Por eso, mi sueño es ser un buen sacerdote y en lo que me toque hacer pueda agradar a Dios y servir alegremente a mis hermanos".
"Quiero ser un pastor que se deja apacentar. Mi sello como sacerdote será trabajar para la gloria de Dios y el servicio a la Iglesia", afirmó.