ROMA,
Un grupo de desconocidos, que podrían ser extremistas judíos, quemaron esta madrugada la puerta de la abadía trapense (católica) de Latrún, ubicada cerca a Jerusalén, y dejaron algunas pintas blasfemas escritas en hebreo.
Según señala la agencia Efe, los monjes católicos se despertaron en la madrugada y encontraron la puerta de la entrada en llamas, y vieron unos graffitis escritos en hebreo en donde se leía "Jesús es un burro" y "Ramat Migrón", en referencia a la colonia judía en el territorio palestino ocupado de Cisjordania desalojada el domingo por las autoridades israelíes.
Tras el ataque, señala la BBC, la policía de Israel ha puesto en marcha una investigación para dar con los responsables del atentado al monasterio ubicado en territorio palestino a unos 15 kilómetros de Jerusalén.
Las autoridades investigan si el ataque fue cometido por colonos judíos extremistas, como venganza por la expulsión de cerca de 300 personas del asentamiento de Cisjordania, "Ramat Migrón", que según la cadena británica "se había convertido en todo un emblema para los grupos de línea dura que se oponen a cualquier retirada de Cisjordania".
Al respecto, el Patriarca Latino de Jerusalén, Arzobispo Fouad Twal, señaló en un comunicado que se siente "indignado por la brutalidad de los actos vergonzosos que dañan lugares cristianos en Israel y ofenden la figura de Cristo, hijo de la Tierra Santa".
Según señala la agencia SIR de los Obispos italianos, el Patriarcado condena cualquier intento de "crear divisiones entre las comunidades" y exhorta "al respeto, a la tolerancia: valores que testimonian la grandeza humana".