VATICANO,
El Papa Benedicto XVI explicó que la oración es la base de todo testimonio de fe, como demostró durante su vida Santo Domingo de Guzmán, fundador de los dominicos, a quien la Iglesia celebra hoy y a quien el Santo Padre dedicó su habitual catequesis de los miércoles.
Ante miles de fieles presentes en la Plaza de la Libertad en Castel Gandolfo, el Papa señaló que Santo Domingo es, ante todo, un hombre de oración que "nos recuerda que en el origen del testimonio de fe –que todo cristiano debe dar en familia, en el trabajo, en el compromiso social, e incluso en los momentos de distensión–, está la oración; sólo una relación real con Dios nos da la fuerza para vivir intensamente todos los acontecimientos, especialmente los más dolorosos".
"Este Santo nos recuerda también la importancia de la actitud externa mientras rezamos. Estar de rodillas, de pie delante del Señor, fijar nuestra mirada en el Crucifijo, detenernos y recogernos en silencio, no es una cosa secundaria, sino que nos ayuda a ponernos interiormente con toda nuestra persona, en relación con Dios".
Según señala Radio Vaticano, Santo Domingo, "enamorado de Dios no tuvo otra aspiración que la salvación de las almas, en particular aquellas caídas en las redes de la herejía de su tiempo; imitador de Cristo, encarnó radicalmente los tres consejos evangélicos uniendo a la proclamación de la Palabra el testimonio de una vida pobre".
"Bajo la guía del Espíritu Santo, avanzó en el camino de la perfección cristiana. En cada momento, la oración fue la fuerza que renovó e hizo siempre más fecundas sus obras apostólicas".
El Beato Jordán de Sajonia muerto en el año 1237, su sucesor en la guía de la Orden, escribe así: "durante el día, ninguno más que él se mostraba sociable… De igual modo de noche, nadie era más asiduo en el velar en oración. El día lo dedicaba al prójimo, pero la noche la daba a Dios".