VATICANO,
El Papa Benedicto XVI hizo un especial llamado a buscar la paz en el mundo entero a través de la armonía del diálogo y evitando siempre el recurso a la violencia y las armas.
Así lo señaló ayer por la noche en su discurso luego del concierto en su honor por el día de San Benito ofrecido por el maestro Daniel Barenboim y los músicos de la West-Eastern Divan Orchestra, realizado en el palacio apostólico de Castelgandolfo.
El Papa reflexionó sobre el mensaje de la música, concretamente cuando es un grupo de personas el que toca: "pueden imaginar cuánto me alegra acoger a una orquesta cómo esta, que ha nacido de la convicción o, mejor todavía de la experiencia de que la música une a las personas, por encima de cualquier división porque la música es la armonía de las diferencias", indicó.
"De la multiplicidad de timbres de los diversos instrumentos puede nacer una sinfonía. ¡Pero esto no sucede mágica ni automáticamente! Se realiza sobre todo gracias al esfuerzo del director y de cada músico. Un esfuerzo paciente, fatigoso, que exige tiempo y sacrificio, en el esfuerzo de escucharse mutuamente, evitando excesivo protagonismo y privilegiando el éxito del conjunto".
El Papa dijo luego que "mientras expreso estos pensamientos, la mente contempla la gran sinfonía de la paz entre los pueblos a la que todavía no hemos llegado. Mi generación, como la de los padres del Maestro Barenboim ha vivido la tragedia de la Segunda Guerra Mundial y de la Shoah".
"Y es muy significativo que el maestro, luego de haber logrado las metas más altas para un músico, haya puesto en marcha un proyecto como el de la West-Eastern Divan Orchestra: un grupo en el que tocan músicos israelíes, palestinos y de otros países árabes; personas de religión judía, musulmana y cristiana".