VATICANO,
El Papa Benedicto XVI envió sus condolencias a la Iglesia en Brasil por la muerte anoche, a causa de un infarto, del Cardenal brasileño Eugenio de Araújo Sales, Arzobispo Emérito de Río de Janeiro y hasta ahora el más anciano de la Iglesia Católica con 91 años de edad, que se distinguió por su fidelidad y por su labor a favor de los más necesitados.
El Cardenal Sales, un referente del Episcopado brasileño, falleció en la residencia episcopal de Nuestra Señora de la Asunción en Sumaré. Este jueves 11 de julio, el actual Arzobispo de Río de Janeiro, Mons. Orani João Tempesta, presidirá la Misa exequial luego de lo cual se llevará a cabo la sepultura en la misma Catedral.
A través de un telegrama dirigido a Mons. Tempesta, el Papa Benedicto XVI enalteció el papel del Cardenal Sales en el desarrollo de la Iglesia en el país, y extendió su pésame a los fieles, los obispos y las comunidades religiosas de Brasil
A la arquidiócesis de Rio de Janeiro, el Santo Padre recordó que por tres décadas fueron bendecidos por la labor de este pastor, al que consideró una "revelación auténtica del testimonio del Evangelio en medio de su pueblo".
"Doy gracias al Señor, por habernos dado este generoso pastor que en sus casi setenta años de sacerdocio, y 58 de episcopado, procuró dirigirnos a todos por la senda de la verdad, la caridad al servicio de la comunidad, y la permanente atención por los más desfavorecidos en fidelidad a su lema episcopal –tomado de la Carta de San Pablo a los Corintios–: ‘Impendam Superimpendar’, ‘Me gastaré y desgastaré por vosotros’".
A través de un comunicado, la arquidiócesis de Río de Janeiro recordó que muchas de las acciones del Arzobispo fueron cruciales en la vida de la ciudad, como su ayuda a favor de los pobres de las favelas de Vidigal, poniendo a su disposición la Pastoral del Menor, clínicas y centros de acogida para los pobres y los enfermos de SIDA.