LIMA,
Los Obispos del Perú lamentaron las tres muertes ocurridas en el departamento de Cajamarca (sierra norte), durante los enfrentamientos entre la policía y las fuerzas del Ejército con opositores al proyecto minero Conga. También pidieron que se reinicie el diálogo entre las partes.
En un comunicado con fecha de hoy la Conferencia Episcopal Peruana (CEP) se refirió a los enfrentamientos entre unos 200 manifestantes y las fuerzas del Ejército y la Policía Nacional, en la provincia cajamarquina de Celendín, en el que la turba incendió la gobernación e intentó tomar la municipalidad provincial.
En el texto titulado "La violencia no puede ser un medio para alcanzar el desarrollo de los pueblos", la CEP "hace una nueva invocación a todos los actores del conflicto, para dejar los discursos que incitan a la violencia, para medir la fuerza con que se aplica el control de los enfrentamientos (…) y de modo especial para desistir de la violencia como una manera de lograr los objetivos de una comunidad o de un pueblo".
Los Prelados recuerdan luego que "la vida es un valor supremo que en cualquier circunstancia debe ser protegida y privilegiada, tanto la de nuestras comunidades campesinas, como las que quienes, en cumplimiento de su deber constitucional, procuran el restablecimiento del orden".
Tras expresar su solidaridad con las familias de los fallecidos, exhortan a "las autoridades políticas, así como a las comunidades de Cajamarca a reiniciar en el más breve plazo el canal del diálogo, y que debe ser utilizado como la única vía para resolver racional y pacíficamente los conflictos".