ROMA,
El Arzobispo de La Plata (Argentina), Mons. Héctor Aguer, explicó que los padres tienen el derecho a que en el proceso educativo sus hijos no sean ideologizados y a recibir una educación acorde con sus convicciones.
Así lo indicó el Prelado ayer en Roma (Italia) en su intervención en la sesión plenaria de la Pontificia Academia de Santo Tomás de Aquino, de la que es miembro académico honorario. El tema de las deliberaciones fue "La herencia tomasiana del beato Juan Pablo II y la refundación de la Pontificia Academia de Santo Tomás de Aquino".
El Arzobispo, que es también presidente de la Comisión de Educación Católica de la Conferencia Episcopal Argentina, intervino con una ponencia titulada "La providencia educativa de la familia".
Tras explicar que la educación de los hijos es una continuación en la obra de Dios, Mons. Aguer dijo que el Beato Papa Juan Pablo II presentaba el proceso educativo como "derecho y deber, y lo califica de esencial, original y primario, insustituible e inalienable. Es esencial por su relación con la transmisión de la vida; original y primario respecto al de otros agentes de la educación; insustituible e inalienable porque no puede ser delegado totalmente o usurpado por otros".
"El Pontífice reivindicó en numerosas intervenciones suyas este derecho, y lo hizo especialmente en ocasión de sus viajes apostólicos y en sus discursos ante las autoridades culturales y políticas, lo defendió frente a los regímenes de corte totalitario y recordó su carácter de derecho democrático en el caso de sociedades en las que el relativismo y el laicismo podían hacer peligrar el efectivo ejercicio de ese derecho".
"En la mayor parte de sus mensajes sobre el particular, se trata del derecho que asiste a las familias católicas de asegurar para sus hijos una formación escolar conforme a la fe y a la visión cristiana del mundo. Así lo hizo, por ejemplo, en el discurso a la UNESCO el 2 de junio de 1980", recordó el Arzobispo.