MADRID,
Mercedes Cruz Quesada, supervisora del área de quirófano en un hospital de Mallorca (España), evitó que este centro médico se convierta en un abortorio al conseguir que todas las enfermeras de la sección se nieguen a participar en este crimen.
En entrevista con Religión en Libertad, Cruz Quesada reveló que hacer valer su fe valió para que el personal a su cargo la respaldara en su decisión de renunciar si las autoridades del hospital persistían en el intento de realizar abortos con el fin de obtener financiamiento del Gobierno Autonómico de Baleares.
La enfermera católica, integrante del histórico grupo católico español Unión Seglar, respondió ante la inquietud del gerente del centro médico por la adecuación del quirófano a la realización de abortos, que "con todos mis respetos no podía encargarme de esta tarea".
"Le informé de que sintiéndolo mucho, porque adoro mi trabajo y además soy muy feliz en este hospital, si se llegaba a materializar este tema yo presentaría mi dimisión y abandonaría el hospital", señaló.
Mercedes Cruz Quesada recordó que, en esa ocasión, le indicó al administrativo que "entendiese que no era una decisión fácil con la crisis y la falta de trabajo que hay por todo, pero que mi decisión estaba bien meditada y no había vuelta atrás".
Cruz Quesada señaló que no fue difícil plantear la objeción de conciencia ante la eventualidad de la realización de abortos en el hospital porque "cuando estás tan segura de algo, lo demás viene solo".