LIMA,
El Arzobispo de Lima y Primado del Perú, Cardenal Juan Luis Cipriani, presidió hoy viernes la Eucaristía de cuerpo presente del Obispo Emérito del Cusco, Mons. Alcides Mendoza, de quien resaltó su empeño por llenar de amor a la gente humilde.
El Purpurado recordó cuando tuvo la ocasión de trabajar junto a Mons. Mendoza en Huancavelica, su tierra natal, Apurímac y Cusco. Dijo que en estos lugares atestiguó toda su labor pastoral, "llenando de amor a mucha gente humilde y pobre, quienes encontraron en él una llamada de cariño". "Su amor a ellos era muy grande y fue la razón de ser de su misión evangelizadora", afirmó.
El Cardenal Cipriani señaló que en tiempos en que el amor a los pobres se había convertido en muchos lugares en una opción política, Mons. Alcides "tuvo la hombría y el coraje de defender la identidad católica teniendo varias dificultades en su querida tierra de Cusco. Ahí defendió con firmeza y lealtad la institución de la Iglesia".
En ese sentido, dijo que a su fidelidad a la Iglesia, se unió su amor al Papa y a los sacerdotes, así como su gran devoción a la Virgen María, en quien veía "ese amor que su madre dejó en su alma".
Finalmente, el Arzobispo de Lima exhortó a los fieles a rezar por el alma de Mons. Mendoza y pidió que "desde esa presencia con Dios ayude a toda esa familia de la Iglesia" que siempre lo recordará.
"El Señor se lo llevó con esa paz y con esa sencillez. Hoy le pedimos que nos ayude al Episcopado a mantenernos unidos, fieles, apostólicos y con esa cercanía al pueblo. No necesitamos hipotecar la Iglesia a ningún otro contenido, sino el de Cristo Redentor", concluyó.