VATICANO,
Durante la Audiencia General de este miércoles, el Papa Benedicto XVI invitó a los fieles a practicar la oración constante porque con ella nos abrimos a la contemplación del gran misterio que es el plan de amor de Dios para la historia humana y de cada persona.
Ante los cerca de 8.000 peregrinos reunidos en el Aula Paulo VI, el Papa reflexionó sobre el primer capítulo de la Carta de San Pablo a los Efesios y "que comienza con una oración, que es un himno de bendición, una expresión de gratitud y alegría".
En ese sentido, indicó que es normal que el ser humano ore para pedir la ayuda de Dios. Para ello, señaló, el Señor nos ha enseñado el Padre Nuestro con el cual nos muestra "las prioridades de nuestra oración. Limpia, purifica nuestros deseos, y así limpia y purifica nuestros corazones".
"Si es normal que pidamos en la oración alguna cosa, también es normal que la oración sea una ocasión para dar gracias. Si prestamos un poco de atención, vemos que de Dios recibimos tantas cosas buenas. Es tan bueno con nosotros, que conviene que le demos las gracias. Y debe ser también una oración de alabanza", expresó.
En ese sentido, dijo que en su carta a los Efesios, San Pablo bendice a Dios porque en Cristo "nos hizo ‘conocer el misterio de su voluntad’. "El misterio de su voluntad ‘Mysterion’, ‘Misterio’, es un término que se repite con frecuencia en la Sagrada Escritura y en la Liturgia", indicó el Papa.
Benedicto XVI dijo que si bien para el lenguaje común el misterio es lo que no se puede conocer, "el himno que abre la Carta a los Efesios nos lleva de la mano hacia un significado más profundo de este término y de la realidad que nos muestra".